Capitulo 1:
Ready or Not? ~I’m going crazy~
Año 2009
El timbre
que anunciaba el receso finalmente sonó y todos esperaron a que el profesor se
retirara del salón para celebrar la tan esperada hora del almuerzo, algunos
juntando sus mesas para comer en grupo, otros yendo al casino del colegio a
comprar panes o cualquier alimento para combatir el hambre, mientras que yo…
bueno yo no tenía apetito en esos momentos precisamente, ya que tenía una
misión por cumplir, una misión de vida o muerte. Me disponía a salir de la sala
lo más silenciosamente posible cuando fui interceptado por uno de los tantos chicos
que me molestaban por mi aspecto.
-¡Uy! Pero
miren a quien tenemos aquí –Exclamó dramáticamente con su maldita voz de
fanfarrón- ¿La nena irá a confesar sus sentimientos? Me pregunto quién será el
afortunado jajaja.
-Pues tu
no, obviamente –Susurré por lo bajo mientras lo ignoraba y me concentraba en mi
destino. Seguramente se quedo echándole mierda al mundo.
Camine
rápidamente por los pasillos y vi a varias niñas con intensión de querer
interrumpir mi caminata para entregarme chocolates y al doble de chicos
mirándome con odio –seguramente porque alguna de esas chicas le gustaba- pero
las ignore con sutileza ya que aparte de que ya tenía a alguien asechando mis
pensamientos, no quería tener problemas con chicos que golpean porque no saben dialogar
civilizadamente. Proseguí mi camino y me dirigí por las escaleras hasta la
planta principal en donde se encontraban los casilleros para los zapatos y
justo cuando iba entrando hacía ellos apareció de la nada un profesor, por lo
que me tuve que esconder antes de que me viera y pensara de que me estaba
intentando escapar de la escuela.
Mientras
esperaba a que desapareciera miré el contenido de la bolsa que llevaba
escondida en mi espada: Una carta y una caja con bombones. Si, es lo que ustedes
están suponiendo en estos momentos, como bien lo dijo el estúpido mi compañero como
hoy es 14 de febrero confesaré mis
sentimientos a la chica que me ha cautivado. Su nombre es Yamamoto Akemi. Sé que en este día son las chicas las que confiesan
sus sentimientos, pero en este caso yo soy el enamorado y cuando me decidí por
confesar mis sentimientos me di cuenta de que esta fecha importante se acercaba
y decidí esperar hasta este día para hacer la confesión aún más romántica.
Mi idea principal había sido citarla cara a
cara a un café cerca de la escuela o la estación de trenes, pero después me
imaginé la incómoda situación por la que tendría que pasar ya que conociéndome,
me hubiera cohibido para luego empezar a tartamudear y terminar arruinándolo
todo; por eso después de pensarlo muy bien, decidí hacerlo como la vieja y
clásica escuela de Japón lo hacía y sigue haciendo.
Sentía que
los pasos del profesor se acercaban cada vez más hacia donde yo estaba
escondido y cuando estaba a punto de encontrarme fui salvado por la voz de la
sub directora llamándolo. Suspire para mis adentros aliviado de que los recreos
fueran sus únicos momentos libres dentro de la escuela para que ellos pudieran
tener su romance “secreto” y volví a
mirar el contenido de la bolsa que escondía. Si no ponía esa carta y ese
chocolate en ese casillero en ese momento, no tendría otra oportunidad para
volver a hacerlo, era ahora o nunca.
Miré para
todos los lados posibles, procurando que nadie haya notado mi presencia o que me
estuvieran observando y salí de mi escondite
corriendo rápidamente al bloque de los zapatos, busqué el casillero número 529
y cuando estuve frente a él me entró un pánico enorme, pero me dije a mí mismo
“¡Vamos Tanaka Yuki, tu puedes! “.
Saqué las cosas de la bolsa y con los ojos cerrados las metí a tientas, para
luego salir corriendo como el hombre cobarde que soy y también para no arrepentirme.
Listo.
Ya estaba
hecho.
No hay
vuelta atrás.
Y me estaba
cagando de miedo.
Sentí que
me había quitado un peso de encima pero que a la vez había ganado otro al tener
que esperar el resto de clases que quedaban
para que terminara la jornada escolar para saber el resultado de esto. Y con
esa incertidumbre me dirigí a mi salón, ignorando todo y a todos.
El resto
del día me dedique a mirar distraídamente por la ventana, fingir poner atención
en clases, tomar apuntes de vez en cuando, escuchar insultos y bromas sobre mi
y así sucesivamente… hasta que sonó el timbre.
Maldita
sea.
Oh mierda.
Mierda,
mierda, mierda, mierda, mierda.
Solo por
educación esperé a que el profesor saliera de la sala y como pude me paré de mi
asiento, tomé mis cosas y las metí a mi mochila para luego salir de la sala
ignorando a todos de nuevo. Seguramente mañana mis queridos acosadores me molestarían el
doble por no ponerles atención hoy, pero ahora solo me importaba una cosa. Esta
vez no camine disimuladamente si no que corrí por los pasillos literalmente,
ignorando a todas la chicas que se me trataban de acercar nuevamente para
entregarme bombones. De verdad los aceptaría con mucho gusto ya que me encantan
los dulces, pero sabía que esos no eran giri choco* o sewa choco* sino que eran honmei choco*… aunque podría haber alguna excepción pero de igual
manera decidí no aceptar ninguno.
Bajé las
escaleras a la velocidad de la luz y me dirigí a mi casillero para cambiarme de
zapatos, pero cuando lo abrí me encontré con una caja de bombones y una carta.
Miré a los alrededores y no vi a nadie sospechoso/a, por lo que decidí meterlos
a mi mochila y verlo en mi casa con más calma. Una vez listo me dirigí a
esconderme a alguna parte en donde se viera el casillero 529 claramente ya que quería
ver su reacción antes de dirigirme al café en el cual la cité. Cuando encontré
el lugar adecuado -o sea la parte de los bloques de casilleros que daba a la
salida- me apoyé en ellos y esperé tranquilamente ya que sabía que Akemi era
una de las ultimas en salir.
Mi corazón
comenzó a latir desbocadamente mientras que la adrenalina corría por mis venas cuando
vi una silueta femenina aproximarse a su casillero a cambiarse de zapatos, pero
de repente noté algo que me dejó paralizado.
Ella no era
Akemi.
Pero si ese
era el casillero 529, o sea su casillero… ¿Qué está pasando aquí?
Salí de mi
letargo cuando vi que ella había terminado de calzarse los zapatos y notó la
presencia de algo más en su casillero.
Estaba a
punto de abrir la carta.
Oh no.
No, no, no,
no.
¿Por qué
estas cosas me pasan a mí?
¡¿Por qué?!
¿Quién era
esa chica?
Dios mío… ¡¡Me
voy a volver loco!!
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*Giri choco = Chocolates por obligación/cordialidad: Este chocolate se regalas a los amigos, padres, hermanos o compañeros de trabajo.
*Sewa choco =
Chocolates de agradecimiento: Este chocolate se regala a las personas que nos
han hecho un favor, profesores, compañeros, etc.
*Honmei choco =
Chocolate verdadero: Este chocolate se regala a la pareja o al novio, a la persona
que se le quiere de verdad. Lo usan para confesar sus sentimientos.